viernes, 15 de marzo de 2019

Contra los tarifazos y por la estatización de un transporte público de calidad bajo gestión de los trabajadores y control de los usuarios

Luego de la disparada del dólar, una inflación que se ubicó cercana al 50%, una caída del  salario real del 13% aproximadamente, y los ajustes que se vienen de la mano del FMI, el 2018 cerró con peores noticias para el pueblo trabajador de cara al año entrante: más tarifazos que volverán a golpear nuestros bolsillos, entre ellos en el transporte público.

Estos tarifazos a la vez que son un castigo para los trabajadores son un gran beneficio para los empresarios. Somos nosotros quienes gastamos fortuna para trasladarnos a nuestros lugares de trabajo o de estudio a cambio de un pésimo servicio, viajando apretados, con aires que no funcionan en verano, ni calefacciones en invierno. Mientras, los empresarios continúan recibiendo subsidios millonarios.

En la Primera de Grand Bourg, los choferes también padecemos los malos servicios por las condiciones de trabajo, cada vez más precarias en coches en mal estado. Por las jornadas de casi 10 horas de trabajo y el estado de las calles, muchos sufrimos lesiones corporales que arrastramos por el resto de nuestra vida, como por ejemplo hernias de disco. Nuestra salud también se deteriora por trabajar con más de 50° los días de calor en verano. A pesar de ser una profesión declarada insalubre, y poder jubilarnos a los 55 años, trabajar en estas condiciones termina con la vida de muchos compañeros (3 de cada 10 no llega a jubilarse y 4 de los 7 restantes no llegan a cobrar el primer año).

¿Por qué los choferes y los usuarios tenemos que pagar tarifas e impuestos altísimos mientras los empresarios reciben jugosas ganancias sin invertir un peso en el servicio? Sin ir más lejos, en 2018, AZUL SATA obtuvo ganancias por 200 millones a razón de subsidios y 210 millones a razón de boleto sólo por la línea 203, una de la que transporta mayor cantidad de pasajeros en el noroeste del conurbano.

Los usuarios no somos animales para viajar como ganado. No se puede lucrar con un servicio público que utilizamos a diario para ir a trabajar y/o a estudiar. ¿Por qué el servicio de transporte no puede ser estatizado bajo gestión de los trabajadores y control de los usuarios si los caminos pertenecen al Estado provincial?  Si los choferes y los usuarios, todos trabajadores, nos unimos y movilizamos podemos derrotar los tarifazos y conquistar un servicio público de calidad.

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