“Se hizo sentir”. Así describieron varios titulares de los medios de comunicación al paro del día de ayer, convocado de manera tardía por la CGT producto de la presión de las bases gremiales. El gobierno criticó la medida: Macri dijo que “no ayuda en nada” y Dujovne afirmó que “le cuesta $29 mil millones al país. Sin lugar a dudas, el paro atestó un golpe contra las ganancias de los empresarios y contra el Estado y evidenció el potencial de los trabajadores.
La gran adhesión al paro demostró que existen fuerzas para derrotar el plan económico del gobierno pedido por el FMI, sin embargo las centrales sindicales quieren que el paro sea una medida aislada, sin plan de lucha. La CGT y las CTA’s no llamaron a movilizar el día del paro ni anunciaron nuevas medidas. Sólo el sindicalismo combativo y de izquierda, que venían exigiendo el paro desde hace tiempo, protagonizaron distintas medidas de lucha en todo el país con cortes de rutas, autopistas y movilizaciones.
Un “desahogo para la gente”: el peronismo no quiere luchar y nos propone esperar a 2019
Carlos Acuña, uno de los triunviros de la CGT, admitió que ellos están “para contener” y que el paro sirve como “desahogo para la gente”. Estas afirmaciones confirman que la estrategia del peronismo para frenar las medidas que económicas que del macrismo es esperar un recambio de gobierno que corrija el rumbo de la economía. Esto mismo es sostenido por varios referentes del kirchnerismo y del peronismo que sólo llaman a los trabajadores a votarlos el año que viene. A pesar de estar tan preocupados por las elecciones, ninguno dice que hará en caso de ganar. Hay que decirlo: van a continuar el ajuste y con el acuerdo del FMI.
Tanto la CGT como ambas CTA’s utilizan las medidas de fuerzas de los trabajadores como una vitrina de su capacidad de movilización para posicionarse de cara a las elecciones del año próximo detrás de un candidato peronista o mínimamente del candidato de “la oposición”. Mientras tanto, el peronismo aún no logró reunificarse y sus legisladores se preparan para votar en el Congreso el presupuesto que el gobierno necesita que contemple la reducción de “gastos” pedidos por el FMI.
La importancia de unir los reclamos de las mujeres y la juventud a la de los trabajadores
Los centros de estudiantes conducidos por la izquierda se hicieron presentes ayer en las distintas medidas convocadas por el sindicalismo combativo a lo largo y a lo ancho del país. Además de los habituales cortes que suelen realizarse en Panamericana y otras autopistas del Gran Buenos Aires, y en algunos accesos a la Capital Federal, como se hizo ayer en el Puente Pueyrredón, se llevaron adelante medidas en Córdoba, Rosario, La Pampa, Mendoza, Tucumán, San Juan, Salta, Jujuy, Neuquén, Chubut y Río Negro.
La importancia que tiene que como estudiantes participemos de estas medidas convocadas por los trabajadores es unir fuerzas contra un enemigo común que es el gobierno de Macri. En primer lugar porque nosotros también somos trabajadores y la actual situación económica ya ha empujado a muchos a abandonar sus estudios, o retrasarse en el mejor de los casos. Tanto la deserción estudiantil como el estancamiento son problemáticas que el sistema universitario viene arrastrando de hace largos años y que en este contexto se están profundizando. En segundo lugar, el mismo gobierno que ataca las condiciones de vida prepara futuros ataques hacia la educación pública en general y hacia las universidades en particular. El mismo desafío está planteado para el movimiento de mujeres para conseguir la ley del aborto y su aplicación en caso de aprobarse en el Senado. ¿En hospitales en condiciones paupérrimas y sin insumos se van a realizar los abortos? En definitiva, ¿cuáles serán las condiciones de la salud y la educación pública si el gobierno llega a conseguir el apoyo del peronismo para aprobar el presupuesto 2019 en el Congreso?
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Claramente la única salida es unir las luchas de las mujeres y los estudiantes con la de los trabajadores que realmente salen a pelear con el plan económico del gobierno. Organizarse desde cada lugar de trabajo y estudio a través de cuerpos de delegados y mediante asambleas para discutir medidas como las de ayer.
En este camino, tenemos obstáculos que atentan contra la organización como lo es el peronismo. Ayer se vio en el paro, y el 13 de junio se vio en nuestra universidad donde la rectora y el Frente de Mujeres UNGS no llamaron a movilizar el día de la votación de la ley del aborto y proponían ver el debate por televisión. De esta manera, impidieron que muchísimas estudiantes, docentes y trabajadores tengan que quedarse en la universidad desarrollando sus tareas como un día normal. Cualquier parecido con la CGT no es pura coincidencia.
