jueves, 2 de noviembre de 2017

¿Por qué estudiantes de Comunicación votamos al Frente de Izquierda el pasado 22 de octubre?

El lunes 30 de octubre Macri llevó adelante su reunión con empresarios, burócratas sindicales y gobernadores de todo color político habido y por haber. Los "consensos básicos" (así fue llamado el encuentro) no fueron más que la presentación de una serie de reformas en contra de las condiciones de vida del pueblo trabajador y en favor de grandes empresarios. En su discurso, el presidente mencionó que las universidades deben "hacer un esfuerzo". 

El año pasado el gobierno nacional inició un recorte presupuestario contra las universidades que no pudo llevarlo hasta el final gracias a la organización estudiantil y la movilización. Los estudiantes de Comunicación fuimos parte de esa experiencia y hemos concluido que la izquierda es la real oposición a Cambiemos. Luego de un año en el que el oficialismo redireccionó su ataque a la educación pública hacia la enseñanza media, ahora parece tener intenciones de volver a la carga contra las universidades. Los desafíos que tenemos de cara al año próximo es organizarnos nuevamente e impedir que continúen degradando la educación pública.

A continuación compartimos la reflexión de algunos estudiantes de Comunicación de la UNGS que votaron al Frente de Izquierda (FIT) en las pasadas elecciones nacionales:

Yo voté al FIT porque es la corriente política que me representa como mujer, como trabajadora y como joven estudiante, puesto que sus candidatos han estado en cada una de las luchas de estos grupos oprimidos. Además, es la corriente que siempre ha sido consecuente con su discurso al momento de votar o rechazar leyes en el Congreso (a diferencia del resto de los partidos), y a la hora de denunciar el dietazo de los legisladores que se han auto-aumentado el sueldo, mientras la mayoría del pueblo trabajador apenas llega a fin de mes, proponiendo 'que todo diputado cobre como un docente'.
Agustina Barrios

En las pasadas elecciones no voté porque soy chilena y no tengo obligación de votar. En particular nunca tuve la necesidad de involucrarme en la política hasta que mi realidad se vio atravesada por las políticas que el gobierno de Mauricio Macri lleva adelante.
Como estudiante de Comunicación de la Universidad Nacional de General Sarmiento observo como el aparato mediático sirve de cómplice a los grandes poderes económicos, quienes tienen como fin alienarnos cada vez más. Es por esto que estoy totalmente convencida que el FIT es la única opción capaz de combatir esta política que atentan contra nosotros, los trabajadores. Son quienes han demostrado con real compromiso estar presente en cada una de las luchas obreras. Es por todo esto que yo voto al FIT de ahora en más.
Cyra Luna Varas Quero

Yo voté al FIT porque mis preocupaciones no serían visibles en el Congreso a través de otra corriente política. Porque opto apoyar a una alternativa que se nutre de militantes no pagos que patean las calles para hacer llegar las propuestas de la izquierda, que son laburantes y estudiantes como yo. Porque sus dirigentes no se enriquecen a costas del clientelismo con los más humildes. Porque no se olvidan de los derechos humanos y de que una mujer muere en Argentina cada vez en menos horas… ¿Por qué no al FIT? Aunque pueda tener diferencias son los ÚNICOS que abrazan nuestras causas, que no hacen demagogia. Opto por tener la conciencia tranquila de que mi voto fue a favor de los trabajadores, las mujeres y la juventud.
Evelyn Vega Aguilera

Dirigentes del Frente de Izquierda junto a trabajadores reclamando paro nacional
Pongo mi voto de confianza al FIT debido a que es la fuerza que vi apoyando genuinamente los intereses del trabajador y también por su lucha contra el ajuste de Macri.
Fui adolescente en la década de los ’90 y sé las consecuencias que trae el modelo económico capitalista (desempleo, flexibilización laboral, entre otras cosas). No quiero que los jóvenes hagan cuadras de cola para un puesto de trabajo y que por falta de empleo tengan que competir con personas de mayor experiencia aceptando cualquier condición.
Fernanda Rivas

Voto al Frente de Izquierda porque si bien tengo diferencias creo que es el que más me representa, y defiende tanto a mí como a todos los jóvenes/estudiantes, a los trabajadores y a las mujeres. Además considero que conforman una verdadera oposición al gobierno actual, sobre todo en el mismísimo Congreso.
Gonzalo Protti

Voté al FIT porque sabía que había muchas chances de que la mayor cantidad de bancas en el Congreso pertenecieran a Cambiemos, es decir, a la derecha argentina. Me pareció pertinente darle mi voto al único partido que considero que puede hacerle frente.
Sé que cuando se traten en el Congreso proyectos de ley que puedan afectar a la clase trabajadora, cuestiones que tienen que con la distribución de la riqueza o temas relacionados con los derechos humanos, la izquierda será la única en defenderlos.
Además tanto Myriam Bregman como Nicolás Del Caño me parecen los seres más transparentes y confiables de la escena política actual, con fuertes convicciones sobre temas que realmente importan, ya sea movilizándose para hacer frente en la calle a los reclamos o simplemente teniendo coherencia en sus dichos en los medios con su accionar diario.
Karen Aballay

Voto al Frente de Izquierda porque son los únicos que acompañan a los trabajadores en el Congreso, pero también en las calles, enfrentando los despidos y represiones.
Son quienes atienden realmente la problemática de género con propuestas claras, siendo la única lista que incluía al aborto legal.
Creo que son la real oposición al gobierno de turno y junto con acciones claras defienden los derechos de los trabajadores, de las mujeres y de los jóvenes estudiantes.
Jimena Soto

Creo que la izquierda es la única fuerza política que pretende implementar un cambio radical que beneficie a los trabajadores y no al sector empresarial. Son quienes ponen el pecho ante los despidos y las represiones, y en cuanto a la temática de género no son sólo un cartelito diciendo “Ni Una Menos” para la foto, sino que se movilizan y proponen soluciones.
En este momento los considero una oposición ante el gobierno de turno, no como otras fuerzas que si bien pretenden definirse como opositoras, en sus actos demuestran lo contrario al mostrarse a favor en diversas propuestas del gobierno que perjudican al sector obrero y a los estudiantes, entre otros.
Luciana Suárez

Voté al Frente de Izquierda porque considero que es la única opción política que ha enfrentado el ajuste de Macri. Los ejemplos más claros fueron el paro nacional del 6 de abril, que sólo la izquierda salió a las calles, y en PepsiCo, que los diputados se hicieron presentes en el desalojo y se bancaron la represión. Y si del Congreso hablamos, es la única fuerza que no le ha votado ninguna ley clave al oficialismo para que lleve adelante su proyecto económico. El peronismo y el kirchnerismo, por más que quieran posar de opositores, han sido dadores de gobernabilidad en estos dos años de gobierno de Cambiemos. La única manera que no volvamos a tener este tipo de gobiernos es fortalecer y construir una alternativa anticapitalista y socialista.
Marco Balbi

Jornada de protesta contra los despidos del sindicalismo combativo y la izquierda

Desde que tengo 18 años voto a la izquierda. Hoy con 40 no cambio mi postura. Creo que es importante que en el Congreso se escuchen otras voces. El gobierno de turno necesita que le digan “hasta acá” cuando quieran hacer algo que no corresponde. Es verdad que la mayoría de las veces no podemos hacer mucho, pero esa voz que es un susurro en algún momento se podrá escuchar como un grito. Por eso vote y seguiré votando a la izquierda.
Mariela Godoy

Siempre voté a la izquierda. Considero que es el partido que más corresponde a mis intereses y también el que está más cerca del obrero, acompañándolo en sus luchas por pequeñas que sean algunas. Son los que demuestran compromiso constante y ganas de hacerse escuchar.
Melina Tallón

Voté al FIT porque el la única fuerza política que se propone como real oposición al macrismo, que se organiza desde los sindicatos y las comisiones internas en los lugares de trabajo, en los centros de estudiantes de universidades y escuelas. Son quienes consecuentemente enfrentaron los despidos y sufrieron las represiones en Pepsico, Lear, Kraft por defender los puestos de trabajo de cientos de obreros. El gobierno de Cambiemos prepara una avalancha de reformas contra los trabajadores, y el peronismo - kirchenerismo ha colaborado en estos dos años con las políticas económicas de Macri, sus amigos empresarios de la UIA y multinacionales extranjeras. Muestra de ello son la aprobación del pago a los fondos buitres, del presupuesto universitario a la baja en 2015, y los dichos de Cristina pidiendo que recemos ante la avanzada de la derecha porque otra cosa no se puede hacer, incitando a la desmovilización. Mientras los dirigentes peronistas de las cúpulas sindicales siguen en tregua y dialogan con el oficialismo la reforma laboral. El FIT con su poca participación en las cámaras ha sido consecuente con su discurso y se muestra como la única fuerza política que realmente defiende los derechos de los trabajadores, las mujeres y la juventud.
Pablo Benítez

Voto al Frente de Izquierda como mujer, madre y estudiante entre otros motivos por ser la única fuerza política que representa y defiende los intereses de la clase trabajadora y de las mujeres; por ser quien Salió a las calles a bancar las luchas obreras codo a codo con cada despedido (de Lear durante el gobierno de CFK y de PepsiCo durante el presente gobierno de Macri), mientras los demás partidos políticos miraban para otro lado. También por su fuerte apoyo a la lucha que llevamos a cabo las mujeres contra la violencia de género, la desigualdad y nuestro enérgico reclamo por el aborto legal, seguro y gratuito mientras que el actual gobierno sumado al de CFK en complicidad con las fuerzas de seguridad hacen vista gorda favoreciendo el aborto clandestino y la muerte de nuestras compañeras.
Sabrina Saucedo

Voté al Frente de Izquierda porque pienso que es la única real oposición al gobierno neoliberal de Macri. Ajuste y represión han ido de la mano, y el FIT fue el único copando las calles, enfrentándolo, defendiendo los derechos de lxs trabajadores, de las mujeres, de los estudiantes. Incluso he sido testigo de cómo sus diputados han acompañado a cientos de obreros frente a situaciones de despidos, de desalojos. También sé cómo en el Senado muchos de los que se disfrazan de oposición se han mimetizado con Macri, votándole las principales leyes intrínsecas del ajuste. Así que no compro discursos decorados con un falso combativismo, no compro bajar la cabeza y adaptarse al “mientras tanto” nefasto porque es lo que hay, no compro la militancia llena de personalismo, no compro las migajas, no compro medios masivos cómplices vendiendo un holograma como realidad. Apuesto, en cambio, a quienes proponen una verdadera transformación del sistema que nos oprime.
Stephanie Zavala

A partir de diciembre de 2015 algo comenzó a gestarse en mi manera de ver, entender y practicar la política.
Me di cuenta que la significación que los medios dieron a problemáticas de recorte y ajuste presupuestario catalogaban mi persona. Fui un ñoqui y me echaron del programa de radios caj en la Escuela n° 13 de Troncos del Talar, cuando he asistido a dar clases en la vereda porque desratizaban la Escuela. Fui un agitador por reclamar en el tren Urquiza bajo la consigna de NO al cierre de la educación pública cuando mi universidad no tenía presupuesto suficiente para llegar a fines de 2016 y se suspendían cursadas, que gracias a la lucha en las calles, pude retomar.
Y lo peor, fui un violento, un deslegitimador del sistema democrático, un revoltoso, por pedir por aparición con vida de Santiago Maldonado, desaparecido durante 81 días, y muerto bajo la grave sospecha de participación de Gendarmería Nacional.
Fui muchos calificativos, me llenaron de significaciones en mi familia y amigos. Estas me hicieron crecer, preguntarme si era la vía correcta, dudar, frustrarme, y confirmar este nuevo voto a la izquierda. Un voto que, antes de que se plasmara en las urnas, se había plasmado en las calles, en el hervor de la sangre ante la justicia social, en el “temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo”.
Tomás Mehl




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