jueves, 7 de julio de 2016

Apuntes para una reflexion sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea


Por Pablo Benitez, estudiante de Licenciatura en Comunicación - UNGS

Ingleses expresándose a favor de la salida de la Unión Europea

Un momento de crisis capitalista como en el que ingresó la economía mundial en 2008, repercute en la psicología de las masas de alguna manera.  En la actualidad de manera que cuestionan la sociedad y creen conseguir mejoras depositando su confianza en partidos nacionalistas de ultra derecha o conservadores. También hay afluencia a los partidos de “izquierda” reformistas, aunque en menor medida, es decir que las masas creen poder encontrar soluciones a sus penurias (el hambre, la pobreza, etc.), no enfrentando realmente a la economía capitalista que causa todos estos desequilibrios sociales producto de sus crisis recurrentes, sino apoyando a partidos por fuera del Establishment, pero con una clara orientación pro-capitalista. Las masas caen en las manos de sus peores enemigos, los conservadores del sistema de la desigualdad social.  

Las crisis, puede decirse, se generan por la misma contradicción orgánica del capitalismo: la libre competencia y la anarquía de la producción, junto a la especulación financiera. En pocas palabras: el imperialismo. Son los grandes capitalistas con sus Estados naciones quienes dominan y controlan todo el intercambio de mercancías, el comercio y la producción de bienes indispensables para la vida humana, sumado a la concentración de capitales en pocos bancos, y en pocas manos. Pero este control no es por cierto nada efectivo, ni siquiera real. La economía es un monstruo con vida propia que trastabilla con su propia cola.

Hace unos días la crisis capitalista sumó un nuevo episodio en Europa: la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) por votación popular

Allí las causas son claras. El primer ministro David Cameron, luego de ganar las elecciones en Mayo de 2015, ante la posibilidad de que parte del bloque de diputados pasara a las filas del UKIP (partido euroescéptico con claras influencias fascistas) debió buscar refugio en las masas a través de un referéndum para decidir el futuro del imperio británico, con la condescendencia de Obama obviamente. Seguir o no formando parte de la UE, esa era la cuestión. Los Tori (partido del que Cameron era su figura principal) se encontraban en una disyuntiva. Lo mejor era buscar apoyo en el voto popular para no perder la interna. Pero el tiro salió por la culata, David Cameron cayó herido de muerte y se vio obligado renunciar.

Gran Bretaña votó salir de la UE fomentado por un discurso racista, xenófobo y antiinmigrante, que el mismo UKIP alentó y capitalizó. Las crisis políticas y de representación dentro de los partidos tradicionales son aprovechadas por partidos nuevos, que en su discurso muestran, y otras veces esconden, una lógica conservadora. Pero esto no sólo ocurre en Inglaterra (un país imperialista), también adopta distintas formas a nivel mundial: en Italia con el movimiento Cinco Estrellas, en Grecia con Amanecer Dorado, en Austria con el Partido de la Libertad, en Estados Unidos con el fenómeno Trump, en Argentina con la 'CEOcracia' Cambiemos. En definitiva estos fenómenos expresan la desconfianza en los partidos clásicos del Establishment político.

Pero como mencionaba anteriormente, también hay un giro a izquierda expresado en el crecimiento de nuevos partidos reformistas, como Podemos en España, Syriza en Grecia; y en el triunfo de alas más progresistas en el interior de partidos tradicionales, como Corbyn en el Partido Laborista de Gran Bretaña, y Sanders en el Demócrata de Estados Unidos, con un discurso socialista en seno del principal país imperialista. A esto hay que agregar todas las luchas que se desarrollan en distintas partes del mundo, como en Francia donde los trabajadores resisten una regresiva reforma laboral[1], en México donde los docentes se oponen a una reforma educativa[2], o en Chile donde los estudiantes continúan peleando por una educación gratuita y de calidad, entre tantos otros hechos concretos de la realidad que demuestran la resistencia a la ofensiva capitalista.

Protesta de trabajadores y estudiantes franceses contra la reforma laboral
El Reino Unido se va de la UE porque sus habitantes consideran que este acuerdo permite el ingreso de personas de otros países que vienen a ocupar sus puestos de trabajo, utilizar sus hospitales, sus escuelas y, seguramente, sus baños y colectivos. Pero lo que representa esta ola de inmigración en materia económica es mano de obra barata, ya que que lo único que vienen a ocupar los refugiados son puestos de trabajo en condiciones precarias. La población que votó por el ‘Leave’ no considera que esta institución oprima a los países más pobres a través de créditos, extrayendo recursos económicos por medio de deuda externa, ni mucho menos que la UE presiona a los partidos políticos de países dependientes a tener que llevar adelante ajustes monetarios catastróficos. Así ocurrió en Grecia, donde la votación positiva del pueblo para rechazar los planes de austeridad de la Troika fue desoído por el mismo Syriza, a cambio de seguir dentro de la UE[3]. Pero los inmigrantes no son vistos por los británicos como individuos de países vecinos que están obligados a abandonar su lugar de origen en busca de mejores condiciones de vida, sino como los verdaderos culpables de todos los males que atraviesan a la sociedad inglesa.

Las masas salen de su apatía política, pero hasta ahora se dirigen hacia los partidos conservadores y ultra nacionalistas. Si la crisis capitalista se extiende en el tiempo, si la burguesía no logra sortear los obstáculos necesarios para recomponer la economía, llegará un momento en que los partidos de derecha no podrán dar soluciones a los reclamos de los ciudadanos. Llegará el momento de golpear por izquierda a todas estas instituciones que favorecen los intereses de los empresarios, y que mantienen el status quo. Para instaurar con la fuerza del pueblo trabajador una sociedad más justa, racional y equitativa, la tarea previa que deben adoptar todos los partidos revolucionarios es preparar a  las masas de trabajadorxs para la insurrección. Quienes adopten una estrategia distinta de ésta, están años luz de brindar una solución de raíz a los problemas que atraviesa la humanidad de conjunto.




[1] Véase “La reforma laboral que incendia Francia, inspirada en la que aprobó Rajoy” – El Diario: http://www.eldiario.es/economia/reforma-incendia-Francia-inspirada-Rajoy_0_522848049.html
[3] Véase “La gran destrucción griega: destrucción del 25, 27% en deflación, y 1 millón de empleos perdidos” – El Economista: http://www.eleconomista.es/economia/noticias/6829700/06/15/Grecia-llega-al-referendum-tras-27-meses-en-deflacion-y-cinco-anos-de-caida-del-PIB.html

1 comentario:

  1. ¿"Las crisis, puede decirse, se generan por la misma contradicción orgánica del capitalismo: la libre competencia y la anarquía de la producción, junto a la especulación financiera. En pocas palabras: el imperialismo."? Perdón compañero, pero la libre competencia, la anarquía de la producción y la especulación financiera no explican el imperialismo ni son sinónimos del mismo.

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