sábado, 23 de diciembre de 2017

Dos años de Macri y de complicidad peronista para el ajuste

Por Marco Balbi, representante del Comité de Carrera de Comunicación

No hace falta echarle agua para que quede más claro cuál ha sido el rol del peronismo en estos dos años de gobierno de Macri: cómplice del ajuste. Ya habíamos mencionado en otra oportunidad que el kirchnerismo en particular y el peronismo en general no se han constituido como una verdadera oposición a Cambiemos. El resultado de la votación en el Congreso de la reforma previsional que requirió del acompañamiento de gobernadores, diputados y senadores del PJ, la poca voluntad de movilización que demostró la CGT, y la débil resistencia que demostraron algunas organizaciones kirchneristas dan cuenta de ello

(También te puede interesar: Macri y la "oposición" K: lo que no mata, ¿fortalece?)

La estrategia del kirchnerismo de pretender frenar el ajuste o de conseguir algunas mejoras mínimas y graduales a través de las instituciones encuentra su límite en el carácter de clase de las mismas.  Por más que los diputados del Frente de Izquierda voten en contra sabemos para quién legisla el Congreso y que el Estado es burgués pues existe para administrar los negocios de las clases dominantes

La plaza llena fue desalojada con represión el día que se votaba la reforma previsional

El apoyo legislativo y reacomodamientos en el Congreso

La primera ley importante para Macri desde su llegada a la presidencia fue la del pago a los fondos buitres. Cambiemos necesitaba aprobarla para poder iniciar un nuevo ciclo de mega endeudamiento, pilar sobre el que está basado el funcionamiento de la economía hoy. Para lograrlo, el oficialismo contó con los votos del Frente Renovador y algunos del FpV-PJ en Diputados, y el apoyo total de esta alianza entre kirchneristas y peronistas en el Senado. Massa en una cámara y Pichetto en la otra han sido las llaves (y la fórmula) con la que contó el macrismo para aprobar las principales leyes que ha requerido su plan de ajuste: blanqueo de capitales, “reparación histórica”, presupuestos a la baja, etc.

El apoyo de distintas variantes peronistas en el Congreso Nacional es una foto de lo que ocurre en las legislaturas provinciales como en Jujuy, Mendoza, o la mismísima Provincia de Buenos Aires. Hace unas semanas los legisladores que pertenecen al Movimiento Evita le aprobaron a Vidal el presupuesto[1] (al igual que en 2015 apenas había asumido la gobernación).

Así se votó la reforma previsional
El apoyo del peronismo y el kirchnerismo resulta clave para la gobernabilidad de Cambiemos, y particularmente para la proyección de Vidal como posible candidata en 2019. Con obra  pública financiada por endeudamiento externo, la gobernadora utilizará su gestión para venderse como la candidata a encabezar la lista de Cambiemos. Esta misma forma fue la que le permitió a Macri hacer propaganda de su “moderna” gestión en CABA durante años y proyectarse como figura presidencial al 2015 (el PRO contaba con minoría en la legislatura porteña pero los votos del kirchnerismo le facilitaron varios negocios y políticas sobre los que montó su gobierno[2]).

Lo ocurrido esta semana con las votaciones de la reforma previsional[3] y tributaria[4] en el Congreso Nacional abre posiblemente un nuevo sistema de alianzas. La ley de reforma previsional fue aprobada por la gran mayoría de los senadores (el rol de Pichetto como jefe de la nueva banca “Interbloque Argentina Federal” parece que se mantiene intacto[5]), sin embargo esta vez no fue el Frente Renovador de Massa quien brindó los votos necesarios en diputados, sino el nuevo interbloque peronista[6] que recibe el mismo nombre que el del Senado (incluye al Bloque Justicialista de Pablo Kosiner). A esto hay que sumarla algunas ausencias de Unidad Ciudadana, como la del propio Daniel Scioli, último candidato a presidente del kirchnerismo.

El “Interbloque Argentina Federal” de diputados responde directamente a los gobernadores del PJ. Queda claro que para esta segunda (y última) etapa de gobierno, Macri se ha asegurado otros aliados y ya no necesita de un Massa caído tras los pobres resultados en las últimas elecciones legislativas y sin demasiadas chances para revertir la situación de cara al 2019, lo que no descarta futuros apoyos del Frente Renovador a otros proyectos de ley como ocurrió con el presupuesto votado por el parlamento para el 2018[7].


Los gobernadores peronistas, ajustadores como Macri y Vidal

Vale la pena hacer una breve mención al rol que vienen jugando los gobernadores  peronistas como garantes de la gobernabilidad de Cambiemos.

Macri y los goberadores que apoyaron la reforma previsional
Desde que asumió el Poder Ejecutivo, Macri ha encontrado en ellos una “oposición responsable” como le ha gustado autodenominarse a Juan Manuel Urtubey (Salta), quien fue el primero en respaldar al presidente apenas fue elegido allá por 2015. Lo mismo ocurre con la gobernadora de Tierra del Fuego Rosana Bertone que, al igual que Cambiemos, aplicó con represión una reforma previsional para los trabajadores estatales durante el año pasado. Al parecer no sólo el gobierno jujeño de Gerardo Morales ha sido el laboratorio con el que el oficialismo nacional ha experimentado su plan de gobierno. Y si de ajuste y represión hablamos, no puede quedar afuera Alicia Kirchner.

Todos estos gobernadores, sumados a otros que pertenecen al PJ, han acordado un pacto fiscal[8] para reducir el gasto público y cerrar a la baja paritarias de docentes y trabajadores estatales. A cambio de mantener el feudo en sus provincias, los gobernadores brindaron total apoyo a las reformas promovidas por Cambiemos y ordenaron a sus diputados dar quórum y votar a favor de la previsional.


Luche (poco, muy poco) y vote         
      
A pesar del clima expectante que generaron las elecciones, fueron muchos los conflictos que atravesaron el año y en varios de ellos los trabajadores han demostrado que existen fuerzas sociales (y voluntad) para enfrentar el ajuste. El hecho que todas estas luchas no se hayan podido desarrollar ni coordinar se debe nada más ni nada menos al rol de las burocracias sindicales peronistas y kirchneristas. Movilizaciones aisladas, sin continuidad ni plan de lucha, cuando la situación apremiaba por presión y descontento en las bases, con el objetivo de descomprimir al mejor estilo CGT (pero un poco más disimulado) y capitalizar a través de votos para Unidad Ciudadana, es lo máximo que organizaron estas direcciones sindicales. Roberto Baradel con el conflicto docente o la Federación Gráfica que se borró de la lucha de los trabajadores de AGR-Clarín son ejemplos de ello.

Seguramente el conflicto de PepsiCo sea el más importante del año (y quizás de los últimos años). Toda la resistencia que desplegaron sus trabajadores, desde la toma de la fábrica hasta la instalación de la carpa frente al Congreso, organizada por su combativa comisión interna, no contó con ningún tipo de apoyo de Rodolfo Daer, titular del Sindicato de Trabajadores de Industria de la Alimentación (STIA), que lo único que hizo fue proponerles a los obreros votar a Florencio Randazzo o a lo sumo a Unidad Ciudadana[9]. ¿Qué hubiese pasado si en todas las fábricas donde hubo cierre o despidos se hubiese luchado como en PepsiCo? El conflicto de PepsiCo tuvo sus inicios en junio y julio, meses  con picos de despidos y cierres de fábricas pero ninguno de estos casos cobraron trascendencia significativa. No hace falta aclarar a qué fuerza política apoyaban sus conducciones gremiales.

De la otra vereda de la burocracia sindical, se ha parado el sindicalismo combativo y de izquierda que ha participado de todas las luchas contra el ajuste de Macri y de los gobernadores que el empresariado le pide que profundice.  A la impotente estrategia de urna y pasivización que el kirchnerismo le ha impregnado en los últimos 12 años al movimiento obrero del cual se sirve Macri y la CGT, tenemos que oponerle una autoorganización que permita el desarrollo de las luchas en este último tramo de gobierno que le queda a Cambiemos.

Nuestros diputados utilizan el parlamento como una tribuna de lucha. Nada se puede esperar de las instituciones democráticas que fueron creadas para servir a los capitalistas. Nuestra apuesta es derrocar el sistema social actual y edificar una sociedad socialista donde los intereses de los trabajadores y las grandes mayorías sean prioridad.




[1] Ver “Con ayuda del FpV, el PJ y Massa, Vidal consiguió hacer ley el Presupuesto 2018 – La Izquierda Diario: http://www.laizquierdadiario.com/Con-la-ayuda-del-FPV-el-PJ-y-Massa-Vidal-consiguio-hacer-ley-el-Presupuesto-2018
[2] Ver “Enemigos íntimos: el kirchnerismo porteño votó el 90% de las leyes con el PRO” – InfoBae: https://www.infobae.com/2012/11/01/679017-enemigos-intimos-el-kirchnerismo-porteno-voto-el-90-las-leyes-el-pro/
[3] Ver “Reforma previsional: uno por uno, los 19 opositores que votaron con Cambiemos” – Clarín: https://www.clarin.com/politica/reforma-previsional-19-opositores-votaron-cambiemos_0_SymMB_Uff.html
[4] Ver “Reforma tributaria: qué diputados votaron a favor y quiénes en contra” – InfoBae: https://www.infobae.com/politica/2017/12/20/reforma-tributaria-que-diputados-votaron-a-favor-y-quienes-en-contra/
[5] Ver “Se presentó el Interbloque Argentina Federal sin Cristina y presidido por Pichetto” – El Día: http://www.eldia.com/nota/2017-12-6-20-46-54-se-presento-el-interbloque-argentina-federal-sin-cristina-y-presidido-por-por-pichetto-politica-y-economia
[6] Ver “Diputados: nace el ‘bloque de los gobernadores’ del peronismo” – La Izquierda Diario: http://www.laizquierdadiario.com/Diputados-nace-el-bloque-de-los-gobernadores-del-peronismo
[7] Ver “Con apoyo del grueso de la oposición, se aprobó el presupuesto 2018” – El Parlamentario: http://www.parlamentario.com/noticia-106674.html
[8] Ver “Mauricio Macri acordó un pacto fiscal con todas las provincias menos San Luis” – La Nación: http://www.lanacion.com.ar/2082873-mauricio-macri-acordo-un-pacto-fiscal-con-los-gobernadores               
[9] Ver “Candidatos entregaron el programa de Unidad Ciudadana a Rodolfo Daer” – InfoBaires 24: http://www.infobaires24.com.ar/candidatos-entregaron-el-programa-de-unidad-ciudadana-a-rodolfo-daer/

lunes, 18 de diciembre de 2017

“Con los trabajadores en las calles caen los gobiernos…”

Por Agustina Barrios, Jimena Soto y Micaela Costa, estudiantes de Comunicación.

Mónica Ortiz tiene 37 años y forma parte de “La Bordó”, la lista del Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) que es opositora a la corriente de Daer (La Verde). Trabaja en fábricas desde mediados de los ‘90 y particularmente en PepsiCo desde el 2010. En esta entrevista explicó los verdaderos motivos del cierre de la fábrica y contó su perspectiva en cuanto a la situación política, social y económica actual. Además, habló sobre la inminente reforma laboral, y con su experiencia de más de 20 años trabajando en fábricas, reflexionó sobre el movimiento obrero actual.

-¿Cómo está la situación de PepsiCo actualmente?
-En PepsiCo nos enfrentamos a una multinacional con mucho peso, sobre todo acá en Argentina, ya que tiene el 80% del mercado nacional. Nos enfrentamos también al sindicato que ya sabía desde antes que iban a cerrar la planta. Evidentemente habían puesto mucha plata para que actuara de la forma en que actuó, que nos soltó la mano. Además, nos enfrentamos al Poder Ejecutivo. Hace poco hubo un fallo completamente escandaloso para el conflicto porque el mismo juez que había dicho que reincorporaran a los trabajadores con un montón de argumentos ciertos, ahora se agarró de un preventivo de crisis cuando todo el mundo sabe que PepsiCo no tiene crisis. En el marco de toda una situación de derecha por la reforma educativa, la reforma laboral, etcétera, se está dando una pelea en la que te enfrentás a poderes gigantes. Incluso la semana pasada Macri fue a Estados Unidos a visitar a empresarios pidiendo inversiones y con uno de los que se juntó fue con la dirigente de PepsiCo a nivel internacional.

-En esa reunión Macri fue a contar que la reforma se iba a llevar a cabo aunque los sindicatos no quisieran…
-En realidad antes había planteado que la reforma la iban a implementar vía los sindicatos, que ya estaban completamente comprados. Ellos dijeron que tenían acuerdo un 60% con el proyecto y que el otro 40% lo iban a discutir. Nosotros sabemos que Macri sigue teniendo minoría en diputados y en senadores, o sea que para pasar la reforma se la tienen que aprobar, y la oposición dijo que iba a hacer lo que la CGT esté dispuesta a hacer. Entonces Macri post-elecciones, al haber salido con el 42%, donde tiene alineado a todos los empresarios, a toda la burocracia sindical y al poder judicial, plantea que no va a haber discusión de los convenios con los sindicatos, sino que directamente van a hacer pasar la reforma en el Congreso para ser votada como ley. O sea, se siente completamente fortalecido.

-¿Y vos decís que va a aprobarse la reforma?
-Yo opino que va a pasar si no hay resistencia. Lo que sí es verdad es que es un gobierno de derecha muy fuerte. Evidentemente en la resistencia se va a reflejar el malestar de los trabajadores y apostamos a que salgan a las calles junto con los estudiantes, ya que es la única forma de enfrentarlos.

-La reforma laboral no sólo se discute en Argentina, sino que también pasa en otros países como Francia y Brasil ¿A qué lo atribuís?
-Yo creo que hubo una crisis económica importante que estalló en las principales potencias como Estados Unidos y Europa. La crisis económica que hay a nivel internacional tiene que ver mucho con la tasa de ganancia. Hay una sobreacumulación de capitales, es decir, muchísima producción y poco mercado, entonces al tener una crisis en cuanto a la tasa de ganancia de las empresas, la única forma de poder solventarla medianamente es haciéndosela pagar a los trabajadores y a los sectores populares. O sea, bajando el costo laboral aumentan la tasa de ganancia, esa es la realidad. Y bajándolo pueden competir en mejores condiciones.

-Porque tienen que bajar los precios para poder aumentar sus ganancias...
-Yo milito y sé que en realidad las ganancias de las empresas no salen tanto por la venta. Al bajar los precios lo que hacen es competir en mejores condiciones con otras empresas pero la ganancia de los empresarios sale del salario no pago de la jornada laboral. O sea, vos trabajás 8 horas y, si hacés la cuenta de lo que producís, en 4 horas ya pagaste el sueldo, ya pagaste la materia prima, y la ganancia de los empresarios son las 4 horas restantes. Cuanto más achiquen las empresas el costo de producción, más ganancias obtienen. Así pueden competir en mejores condiciones en el mercado con otras empresas y eso es una guerra entre ellos donde juega mucho la situación de los trabajadores, por eso buscan todo el tiempo reducir el costo laboral.

-Volviendo al tema de PepsiCo, ¿por qué dice la multinacional que cerró?
-La multinacional primero dijo que tenía problemas ambientales y que le salía más económico el traslado de la papa a Mar del Plata que a Buenos Aires. Con esos argumentos cierran la planta. Nosotros demostramos que si trasladan la papa a la planta de Mar del Plata, producen ahí pero igualmente tienen que volver a trasladar el producto, porque el mayor mercado está acá. El problema ambiental también es mentira, porque es una fábrica que está produciendo en el mismo lugar hace más de 20 años. De hecho, cuando cerraron la planta, nos entrevistamos con el intendente de San Martín y dijo que no tenía ningún tipo de denuncia. Fueron cambiando los argumentos, ellos estaban preparados porque presentaron un preventivo de crisis en el Ministerio de Trabajo y actuaron por fuera de la ley.

-¿Por qué PepsiCo tuvo tanta relevancia en los medios y en los trabajadores?
-Lo que pasó en PepsiCo, que no pasa lamentablemente en otros lugares, es lo que tendrían que hacer todos los trabajadores que pasan por esta situación. Creo que la diferencia fue que nosotros los enfrentamos, pusimos una carpa en la puerta de la fábrica, la tomamos para cuidar las maquinarias y luchamos. Lo que sucede generalmente es que, como los sindicatos están vendidos, como no hay comisiones internas, y como no hay trabajadores organizados en otras fábricas, los despidos pasan sin pena ni gloria. Está todo muy manejado por la burocracia sindical, que está en bloque con las empresas y el Ministerio de Trabajo. Te enfrentas a cosas enormes y la costumbre de los trabajadores no es organizarse y conquistar sindicatos. Se hizo muy conocido el caso porque lo enfrentamos, como pasó en Kraft en 2009 y en Lear en 2014.

-¿Y al interior de la fábrica como es la organización?
-En el interior de la fábrica, cuando comencé a trabajar ya había una comisión interna donde hicieron unas elecciones que le ganaron a la lista del sindicato, entonces había una oposición interna donde todas las discusiones se daban en el marco de asambleas y todas las decisiones pasaban por ahí. Se buscaba todo el tiempo la unidad de la fábrica y que todos se involucren y participen. Incluso también se buscaba la unidad con otras comisiones internas o con otros trabajadores que intentaban organizarse en otros lugares. Todo esto es fundamental a la hora de un ataque. Por ejemplo, cuando cerraron PepsiCo dijimos: “hagamos una asamblea en la puerta de la fábrica para decidir qué hacer”. Nos fuimos organizando, ganando la confianza de los trabajadores en el día a día y conquistamos nuestros derechos.

-¿Qué rol juegan los sindicatos en el conflicto de PepsiCo y a nivel general?
-A nivel general, yo opino que los sindicatos son el peor enemigo de los trabajadores, son la columna principal que sostiene al sistema y a los gobiernos. Macri quiere avanzar junto con las patronales en contra de los derechos adquiridos de los trabajadores y para todo esto necesitan tener a los sindicatos de su lado. Si los sindicatos enfrentaran este plan, tendrían a los trabajadores peleando por sus derechos en las calles y organizados dentro de las fábricas. Esto para cualquier gobierno es completamente peligroso porque con los trabajadores en las calles caen los gobiernos, ya que son los que hacen funcionar la economía.

-¿Vos atribuís el cierre de PepsiCo al cambio de gobierno?
-La multinacional sacó una nota en Clarín donde planteó que la decisión ya la había tomado hace dos años, esta decisión se fortaleció con el gobierno que responde directamente a ellos. A mí me parece que el hecho de que nosotros no podamos hacer una cooperativa es más decisión del gobierno que de PepsiCo, porque nosotros presentamos un proyecto de expropiación para ponerla a producir y el gobierno nos dijo que si llegaba a salir la ley la iba a vetar, ya que no es la imagen que quiere dar. Cuando cerró la fábrica, PepsiCo se fue y nosotros la tomamos sin ningún problema. De hecho los primeros días no había pedido de desalojo, esto lo supimos porque lo averiguamos en la fiscalía. Entonces, PepsiCo lo único que quería era sacarse de encima a los trabajadores organizados y opino que no le importaba quedarse sin la fábrica. Y creo que la orden de desalojo fue más por un apriete del gobierno que decisión de la empresa misma.

-Desde que trabajas en fábrica, ¿Cómo pensás que fue mutando el movimiento obrero? ¿Cómo lo ves ahora?
-A mí lo que me parece es que el movimiento obrero venía de sufrir los ‘90 con desocupación y precarización, venía muy golpeado porque había una enorme desocupación. El movimiento obrero se recuperó después del 2001 porque entraron muchísimos más trabajadores a las fábricas, donde se reactivó la economía. En ese sentido numéricamente se recuperó, incluso económicamente. Antes eran filas enormes de desocupados, después empezaron a trabajar con una década de crecimiento económico donde sus condiciones seguían manteniéndose iguales a las de los ’90: precarización laboral, contratos basura, todo eso.

-En esa década de auge económico, ¿el movimiento obrero estaba más dormido o, por el contrario, como había recomposición se sentían en mejores condiciones para exigir?
-Yo lo vivía dentro de PepsiCo, donde se hacían asambleas, donde se discutían las paritarias, donde se discutía el rol de los sindicatos, donde siempre se terminaba arreglando por mucho menos de la pretensión de los laburantes. Había de todo, había trabajadores que salían a pelear. Yo te digo en fábricas organizadas, no podría decirte de otras. En las organizadas la situación era que los trabajadores tenían una limitación porque sólo querían pelear por las mejores condiciones pero no iban más allá como por ejemplo recuperar un organismo muy importante que es el sindicato. En las fábricas en las que no hay organización, es más difícil porque ahí es el acuerdo entre el sindicato sin mucha resistencia.

-¿Cómo ves actualmente al movimiento obrero?
-Lo que pasa hoy es que los trabajadores empiezan a involucrarse más, empiezan a ver la relación que hay entre los partidos, las empresas y los sindicatos. De todas formas le falta avanzar muchísimo, yo creo que por ejemplo la reforma laboral los trabajadores lo tendrían que manejar al dedillo y todavía se desconoce el contenido de lo que es, entonces sí falta muchísimo conocimiento, pero desde ese punto de vista me parece un cambio, están más abiertos a discutir política.

-El caso de los obreros de PepsiCo, ¿pensás que se condice con el movimiento obrero actual?
-Los obreros de PepsiCo a lo largo de estos 4 meses adquirieron muchísima experiencia, ellos pudieron ver cómo funcionaba el sindicato, el Ministerio de Trabajo, el Poder Judicial, el Congreso y cómo se mueven los diputados. Incluso en la última asamblea había trabajadores que decían que la situación estaba jodida, que era obvio que nos iban a dar vuelta el fallo porque los jueces estaban muy a la derecha. Desde ese punto de vista están un poco más a la vanguardia que otros trabajadores que por ahí dicen: “Lo que pasa es que tiene que haber algún político bueno, con buena voluntad”. Y yo creo que los trabajadores de PepsiCo hoy no pueden decir que el problema es que el presidente sea malo de alma o bueno de alma (risas), el problema es que pertenece a una clase y el rol que juega es hacerle los negociados a esa clase.

viernes, 8 de diciembre de 2017

Brutal represión a trabajadores en Neuquén: le quebraron el peroné a balazos al diputado del FIT Raúl Godoy, histórico dirigente obrero de Zanón (FaSinPat)

Mientras Sergio Maldonado se reúne con el Papa para conseguir apoyo para el esclarecimiento del asesinato de su hermano que tiene a Gendarmería como principal responsable; y luego de 12 días de otro asesinato, el del joven mapuche Rafael Nahuel a manos de la Prefectura; esta mañana de feriado y con el Parque Industrial de Neuquén semi vacío, la policía de la provincia reprimió brutalmente a los trabajadores de MAM (Maderas al Mundo) y le quebraron el peroné al diputado provincial de Frente de Izquierda Raúl Godoy. Ayer nomás, el Juez Bonadío ordenó la detención de varios dirigentes del kirchnerismo y la prisión preventiva de CFK a través de un fallo altamente persecutorio.


"Así me dejaron el tobillo" dijo Raúl Godoy en su cuenta de Twitter
Los obreros de la maderera, que hace 80 años funciona en Neuquén, se encuentran ocupando la planta hace cinco meses en defensa de sus puestos de trabajo ante el cierre y despido de casi 100 trabajadores, y la única respuesta que recibieron por parte del gobierno provincial del MPN (Movimiento Popular Neuquino) fue una feroz represión, tal como ocurrió en PepsiCo hace unos meses con la Bonaerense de Vidal. El diputado obrero provincial del Frente de Izquierda Raúl Godoy, protagonista de la gran lucha en la crisis del 2001 que culminó en la recuperación de Zanón a manos de sus trabajadores, declaró que le dispararon por la espalda. También resultó herida la Secretaria de DDHH de ATEN Capital Yazmín Muñoz.


El ajuste y la represión se extienden de norte a sur

Los casos de Santiago Maldonado y de Rafael Nahuel, y la represión a los mapuches que defienden sus tierras ante el saqueo imperialista, visibilizan la situación represiva que existe en la Patagonia. Sin ir más lejos, en la semana pos electoral los trabajadores municipales de Caleta Olivia también fueron reprimidos por la Infantería de la Policía Provincial de Santa Cruz comandada por Alicia Kirchner y Gendarmería Nacional, la misma que desapareció durante aproximadamente 80 días a Santiago Maldonado.

En Neuquén ya habían reprimido a los trabajadores del Hospital Castro Rendón hace menos de dos semanas, y hoy hicieron lo mismo con los de la MAM. La situación de los mapuches es utilizada como excusa para militarizar la zona y efectivizar los despidos a los golpes.


El operativo policial que reprimió hoy a los obreros de la MAM
Sin embargo, la represión se extiende en todo el país. En Jujuy, Cambiemos cuenta con un gobierno aliado como el de Gerardo Morales, que como hemos mencionado en otra oportunidad, convertía a esta provincia en un laboratorio de lo que el macrismo pretendía imponer a nivel nacional: ajuste y represión. A fines de septiembre habían sido reprimidos los trabajadores del Ingenio Ledesma en esa misma provincia.

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Frente único contra el pueblo trabajador: Cambiemos y el peronismo

La política de ajuste y de represión que Cambiemos promueve a nivel nacional tiene su correlato en las provincias. A esta altura ya es un hecho que los gobernadores de todo color político habido y por haber son un apoyo fundamental para Macri, que además vienen de acordar la reforma previsional y fiscal. Una vez en el Congreso, fue un trámite: el Senado aprobó por amplia mayoría dichas reformas.

En estos dos años de Cambiemos, el macrismo consiguió aprobar en un parlamento nacional donde no tiene mayoría y en las provincias donde gobierna casi todas sus leyes gracias a los votos de distintas variantes peronistas, fundamentalmente la del FpV-PJ. A pesar que el kirchnerismo intenta despegarse, estos legisladores accedieron a sus bancas a través de la lista que llevaba a Daniel Scioli como candidato a presidente en las últimas elecciones ejecutivas. El macrismo no está sólo, cuenta con el acompañamiento del peronismo para llevar adelante su plan de guerra contra los trabajadores.

(También te puede interesar: Macri y la "oposición" K: lo que no mata,  ¿fortalece?)

Este es el enemigo común que tenemos en frente todo el pueblo trabajador y los explotados del país, jóvenes, mujeres, y comunidades originarias. Tenemos que ponernos en pie y organizarnos desde nuestros lugares de trabajo y de estudio para desarrollar movilizaciones y acciones que frenen un ajuste que será profundizado con la reforma laboral que Cambiemos, el PJ y los gobernadores pretenden hacer votar.