viernes, 16 de noviembre de 2018

Hay (presupuesto) 2019: como durante toda su gestión, Macri consigue avanzar con el ajuste del FMI gracias a los votos del peronismo

Por Marco Balbi, Secretaría de Cultura y Expresión del CEUNGS

En la madrugada de ayer, el Senado nos regaló una postal de los casi tres años que lleva Macri en el poder: el peronismo le otorgó los votos necesarios para avanzar con el ajuste. En este caso se trata de la aprobación de la Ley del Presupuesto diseñada por el FMI. Lo mismo había ocurrido el 24 de octubre cuando se trató en Diputados. La diferencia entre una sesión y la otra fue la presencia de trabajadores en las calles. Mientras en aquella oportunidad los sindicatos intentaron disimular, esta vez no convocaron a ninguna acción ni movilización, justo en la misma semana que están negociando un bono de fin de año (miserable por donde se lo mire). Una muestra más del papel de contención que juegan. 

Con el presupuesto aprobado por el Congreso con 42 votos a favor, 24 en contra, y una abstención, Cambiemos le asegura al FMI un año de recortes en áreas sociales como Educación y Cultura (-10%), Salud (-4%), Infraestructura, jubilaciones, asignaciones universales como la AUH, y salarios estatales entre otras. Mientras tanto, la ley privilegia el pago de la deuda que asciende un 50%. Como ocurrió con la ley del aborto este año y la contrarreforma previsional en diciembre pasado, las instituciones “democráticas” muestran su peor y verdadera cara: existen para garantizar los negocios de las clases dominantes, especuladores, empresarios y terratenientes. De esto se trata la gobernabilidad y la estabilidad social, cuestión que comparten todos los partidos capitalistas y que explica la colaboración del peronismo. Sólo el Frente de Izquierda rechazó de manera unánime en las calles y en el Congreso esta ley, el pago de la deuda y el acuerdo con el FMI.



El PJ, un aliado fundamental del gobierno

La primera sesión ordinaria de toda la gestión cambiemita dejó en claro cuál sería la fórmula para hacer aprobar las principales leyes del ajuste. En Diputados, el Frente Renovador de Sergio Massa, y en Senadores, el Frente Para la Victoria-PJ de Miguel Ángel Pichetto votaron el pago a los fondos buitres, premiando a aquel pequeño sector de bonistas que no habían aceptado la jugosa oferta que el kirchnerismo le hizo durante su gestión. Con dicha ley aprobada (marzo de 2016), Cambiemos tenía allanado el camino para volver a los mercados y endeudarse. Así lo hizo y hace unos meses desembarcó el FMI en Argentina.

Estos aliados se repitieron para la aprobación de los presupuestos anteriores (2017 y 2018 también a la baja) y el blanqueo de capitales. A pesar de algunos reacomodamientos posteriores de distintos bloques peronistas, aquellos que podían votar en contra y posar de oposición como el kirchnerismo, se lo podían permitir producto que otro sector votaba a favor y garantizaba la gobernabilidad. En su intervención de ayer, la ex presidenta y actual Senadora por Unidad Ciudadana, Cristina Fernández, dijo una gran verdad al señalar que muchos peronistas le han votado todas las leyes al gobierno nacional. Sin embargo, le faltó recordar que muchos de esos peronistas consiguieron una banca en el Congreso a través de la lista que Scioli encabezó con Zanini en las elecciones de 2015. Como si fuera poco, con esos peronistas, el kirchnerismo va en búsqueda de la unidad.


Las calles, una extensión de la estrategia de estabilidad social del Congreso

En una jornada tan importante donde se votaba la “Ley de leyes” (a decir del macrismo), y se definía el futuro del país, ninguna de las centrales sindicales llamaron a una movilización y mucho menos a un paro para que se pueda expresar el descontento social reinante con el gobierno. El malestar social es utilizado por los sindicatos para resolver la interna del armado peronista de cara al 2019 y tejer alianzas con otros actores sociales como la Iglesia Católica. Por esta razón, fueron capaces organizar una marcha a la Basílica de Luján el 20 de octubre. Eso sí, cuatro días después cuando el proyecto de Ley del presupuesto se trató en diputados, no convocaron ni a la mitad de gente que se acercó a Luján.

Para fines de noviembre, la CGT había convocado a un paro que decidió levantar a cambio del insuficiente bono que no alcanza a todos los sectores trabajadores. En la misma sintonía, el Frente Sindical por el Modelo Nacional que lideran Moyano, Palazzo, Yasky, y Michelli entre otros, tampoco llamaron a alguna acción. Por su parte, los sindicatos docentes parecen no haberse enterado que la educación es una de las áreas más afectadas por este presupuesto. SUTEBA y el FUDB recién retoman "el plan de lucha” el 20 y 21 de noviembre, y CONADU hará paro el viernes 16; todas acciones convocadas de manera posterior a la votación del presupuesto Congreso (en sus inmediaciones, sólo se hicieron presentes pequeñas columnas de manifestantes para cumplir).

Únicamente los sectores del sindicalismo combativo y los centros de estudiantes antiburocráticos hemos estado presentes ayer como lo requería la situación. Quedó demostrado que al ajuste no se lo puede frenar a través de las mismas instituciones que lo aplican, como por ejemplo el Congreso. La autoorganización en los lugares de trabajo y de estudio para salir a las calles con un plan de lucha real es la única forma de derrotar el plan económico del gobierno y el FMI. El próximo paso es arrancarles desde abajo un paro activo por 36 horas a las centrales sindicales. A pesar de todo el descontento social producto de los despidos, la caída de los salarios, tarifazos, etc., podemos decir que gracias al peronismo y a los sindicatos lo único que hay es 2019, con presupuesto incluido. Revestido de un discurso acerca del “respeto a las instituciones”, varios referentes del peronismo y del kirchnerismo dejaron en claro que permitirán que Macri siga avanzando con el ajuste hasta que termine su mandato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario